25/Noviembre/2018.
Y aunque no fue cena, sino comida, el casi ex presidente Enrique Peña Nieto organizó una comilona para agradecer a los integrantes de su gabinete su lealtad y disposición.
No fue una “comida de negros”, ni de “Judas”, ni de llorosas y tiernas “Magdalenas”, sino de tranquilos comensales que obtuvieron el perdón del nuevo mesías a instancias de que éste prefirió el borrón y cuenta nueva que iniciar una era de confrontación política que supuestamente no le convendría al país.
En fin, entre monjas comió el diablo y adiós que les vaya bien…