“Justicia miope»

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Ciudadano Caradura.

Y como si se tratara de alguna escena de película de acción hollywoodense, cada vez más nos encontramos con imágenes de ladrones amarrados a postes, colgados de pies en los árboles o simplemente golpeados, a medio morir en algunos casos, por turbas de ciudadanos hartos de la incompetencia de los encargados de protegernos. Y no es por echarle carrilla a la policía en general ya que, a mi parecer, la delincuencia ha sobrepasado desde hace tiempo la autoridad de los supuestos impartidores de paz y orden en las ciudades.

Me dejaré de tanto rollo y les contaré de la ocasión que estuve más cerca de sentirme todo un Bruce Wayne (Batman para los cuates).

Sería alrededor del medio día, en el que el calor de la ciudad de Oaxaca es casi insoportable y solamente la sombra de un noble árbol puede ayudarte, o tal vez pudieras meterte a alguna tienda que cuente con aire acondicionado, pero para el caso, mis opciones no eran precisamente esas ya que, andaba subiendo por la calle Díaz Ordaz, esquina con Mina, en dirección a la calle de Sabino Crespo y ahí no encuentras ni árboles, ni tiendas como las que describí hace un momento y decidí comprarme un raspado de durazno con el señor que pasaba en su bicicleta. Mientras me atendían y, a pesar del ruido de los carros y camiones al pasar, se escucha un grito estrepitoso – ¡agárrenlo a ese hijo de la chingada, mi bolsa, ahhhhhh! – mi sentido del oído que está preparado para ese tipo de situaciones casi extremas, me hace girar a la derecha para poder detectar al malhechor y detenerlo pero, no se ve nada, todo va tranquilo, entonces volteo hacia el otro lado y veo cómo un chavo, de unos 20 años aproximadamente, viene corriendo a todo galope hacia donde estoy comprando mi raspado y (he de mencionar dos cosas: que la señora que gritó tenía unos pulmones muy buenos ya que se encontraba más allá de media cuadra de distancia y su alarido lo escuché como si estuviera a unos 10 metros de mí y que el chavo ladrón, debería de tener algún tipo de parentesco con Usain Bolt porque corría como “alma que se lleva el diablo” dijera el dicho), entonces en mi cabeza existe la disyuntiva, intento detenerlo o simplemente lo dejo pasar. El instinto de supervivencia es canijo, entonces decido quedarme quieto y dejarle pasar pero, justo cuando queda frente a mí, y con toda la intención de empujarme y tirarme, giro mi torso unos 90° hacia mi izquierda, doy un paso hacia atrás y estiro mi pata izquierda, alzándola ligeramente para pegarle entre la espinilla y la rodilla, haciéndolo caer sobre la banqueta de bruces y soltando la bolsa. El malandro no tiene tanto tiempo como para dolerse del tremendo trancazo que acabo de provocarle, se levanta y hace el intento de tomar nuevamente la bolsa, pero ésta ha quedado precisamente entre él y yo, al percatarme de sus intenciones, doy un par de zancadas como que agarrando vuelo para darle una gran patada, el chavo se da cuenta, se gira y sale corriendo en dirección al Periférico de la ciudad. Recojo el bolso y la poca gente que estaba presenciando mi acto heroico, incluido el señor de los raspados, empiezan a aplaudir y a gritar ¡eso chingá, más gente como usted joven! En esos momentos imagino que el color de mi rostro asemejaba a un tomate bien maduro y así le entregué el bolso a su legítima dueña, ella fue menos efusiva y simplemente agradeció mi actuar y se fue. Pero como todo buen héroe sí que obtuve mi recompensa y el señor de los raspados, no me lo cobró y me dijo: “este corre por mi cuenta jovenazo», yo solo le agradecí y me continué mi camino.

Y a todo esto se preguntarán ustedes ¿no pasó alguna patrulla como para pedirles auxilio o intentaran perseguir al malandro? La respuesta creo que ya todos la conocen e insisto, la intención no es dejar en evidencia las carencias, o ¿complicidad?, de nuestros “protectores”, no, mi intención es hacer que nos demos cuenta, sobretodo nuestras “amadas» autoridades, de que Oaxaca y prácticamente todo el país, está harto de tanta injusticia y, por consecuencia, están “despertando al México bronco” que nos advirtió Don Señor Presidente, alias “El Mero Mero», Porfirio Díaz hace más de un siglo.

Al ritmo que vamos, falta poco para ver justicieros encapuchados en las noticias, en fin, mejor seguiré escuchando …And Justice for all, de Metallica 🤘…

Correo: caraduracitizen@hotmail.com

Twitter: @CaraduraC